La mayoría de las personas con bulimia nerviosa son extremadamente reservadas acerca de su problema. Lo hacen, pero sin embargo, a menudo desean que puedan ser descubiertos. No es infrecuente dejar paquetes de laxantes u otras pistas en la casa con la esperanza de que se encuentren. La bulimia nerviosa es una enorme presión sobre las emociones y puede ser un gran alivio compartir parte de su padecimiento con alguien más.
Cómo actuar ante el caso de bulimia nerviosa (Mia)?
Los amigos y la familia pueden darse cuenta, sin embargo, que incluso si alguien quiere hablar sobre su bulimia nerviosa, pueden tornarse agresivos cuando el problema se plantea por primera vez. Esta es un mecanismo de defensa y se debe tratar de no sentirse lastimado por el.
Para la persona con bulimia es muy difícil hablar con otras personas acerca de su conducta y se sienten incapaces de controlarlo y puedan estar muy preocupados por generar rechazo. Se debe tener mucho cuidado de no culparlos.
Aceptar que los atracones y las purgas son parte de la enfermedad, hablar acerca de ellos y cómo piensan ellos que pueden mejorar. Cada uno tendrá diferentes maneras de abordar su bulimia nerviosa. Trata de ayudar a tu amigo para buscar las mejores maneras de resolver el problema que se adapten a su personalidad y su estilo de vida.
Trata de educarte a ti mismo y sé consciente de los diferentes enfoques, pero no impongas tus propias ideas en tu amigo ni intentes correr. Si empiezan a sentirse intimidados por ti, entonces van a perder su confianza.
Uno de los aspectos más alarmantes de tener bulimia nerviosa es la sensación de que no se tiene control sobre su vida o sus acciones; por eso es muy importante que tu amigo se de cuenta de que él está a cargo de su recuperación. Usted debe también reconocer que ellos tendrán lapsos de tiempo de mejoría y otros de decaer, así que es fundamental apoyarlos en estos momentos. No les hagas sentir como si te hubieran fallado, si no pueden conseguir mejor inmediatamente.
Puede que te resulte útil hablar con otras personas que han apoyado a alguien con bulimia nerviosa, leer libros o artículos escritos por otras personas que han vivido con la condición. No tengas miedo de pedir ayuda para ti mismo y para tu amigo.
Por último, ten cuidado de no adoptar el rol de cuidador. Continúa siendo un amigo, disfruta de la mutua compañía y recuerda que sólo porque alguien tiene bulimia nerviosa, no significa que aún no se les puede ofrecer apoyo también.
El artículo ¿Qué puedo hacer para ayudar a un amigo si tiene bulimia nerviosa? fue publicado en: Mis Trucos para Adelgazar